Alerta en Santa Cruz: avanza la posible instalación de salmoneras en la costa
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En Santa Cruz, una de las industrias más cuestionadas a nivel mundial, la salmonicultura, podría encontrar “aguas fértiles” para sus megaproyectos económicos. Un empresario busca introducir la cría intensiva de salmón a lo largo de la costa de la provincia, despertando preocupación por los graves daños ambientales que estas granjas generan, como el escape de salmones de las jaulas, el uso masivo de antibióticos y el impacto negativo en el turismo.
Las salmoneras son conocidas por utilizar toneladas de antibióticos que contaminan el fondo marino, hacinando a los peces en condiciones insalubres, lo que eleva el riesgo de que estos depredadores escapen y afecten otras especies. Además, la presencia de jaulas flotantes en el mar es incompatible con el desarrollo turístico, ya que arruina el paisaje y las condiciones naturales que los visitantes buscan. A pesar de estas advertencias, Santa Cruz aparece como un posible nuevo destino para esta polémica industria, al menos a corto plazo. ¿Podría efectivamente expandirse a la Patagonia argentina?
Mientras en Chile, donde la salmonicultura es un sector de importancia económica, enfrenta una fuerte oposición por los problemas sociales y ambientales que ha causado, algunas voces señalan que el mismo modelo podría replicarse en la Argentina. En un reciente artículo de La Nación, se destacó al empresario Diego La Torre, CEO del laboratorio Tecnovax, quien promueve la expansión de esta industria en Santa Cruz, argumentando que la provincia “tiene kilómetros de costa disponible” para el negocio.
En un contexto de crisis económica, con niveles de pobreza récord, estas propuestas pueden sonar tentadoras por las cifras que generan. Según La Torre, “en Chile, el sector mueve cerca de 7.600 millones de dólares al año, mientras que las exportaciones argentinas son casi nulas”. Sin embargo, las diferencias geográficas y ambientales entre la costa chilena y la santacruceña, junto con la fuerte oposición que enfrenta la salmonicultura en el vecino país, sugieren que este no sería un camino libre de dificultades.
Recientemente, la cuenta oficial de Patagonia Chile publicó un comunicado alertando sobre la expansión de esta industria, describiendo su historia como una de “depredación, contaminación y pérdida de biodiversidad”. En Chile, los escapes de salmones de las jaulas han generado graves desequilibrios en los ecosistemas locales, ya que estos depredadores exóticos alteran las cadenas alimenticias naturales y destruyen la biodiversidad en las zonas donde operan las granjas.
Un riesgo para la salud pública y el ambiente
Los riesgos no solo son ambientales, sino también sanitarios. En Chile, el uso de antibióticos en la cría de salmones ha generado polémicas internacionales. Según un artículo del New York Times, en 2023 se usaron más de 338 toneladas métricas de antibióticos en las salmoneras chilenas. Esto no solo afecta el ecosistema marino, sino también la salud pública, debido a la creciente resistencia a los antibióticos, que ha sido catalogada como una amenaza mundial por la Organización Mundial de la Salud.
Turismo azul en peligro
El desarrollo de la salmonicultura en Santa Cruz también chocaría con iniciativas como la “Ruta de la Patagonia Azul”, un corredor turístico que se lanzó recientemente para impulsar el desarrollo económico y sostenible en las ciudades atlánticas patagónicas. La propuesta busca fomentar el turismo cultural y la protección de áreas naturales, pero su éxito se vería gravemente afectado si las jaulas de salmón llegan a las costas de Santa Cruz. El impacto visual y la contaminación que generan las salmoneras podría poner en riesgo esta apuesta turística que promete empleo y desarrollo local.
Un antecedente: Tierra del Fuego prohíbe la salmonicultura
El primer intento de introducir la salmonicultura en la Argentina ocurrió en Tierra del Fuego, donde en 2018 se firmaron convenios para desarrollar esta industria en el Canal de Beagle. Sin embargo, un informe del Instituto de Desarrollo Económico e Innovación de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego alertó sobre los riesgos ambientales y sanitarios que este modelo productivo representaba, no solo para el medio ambiente, sino también para el turismo y la pesca artesanal. Gracias a estos estudios y a la movilización de organizaciones civiles y científicas, en 2021 la Legislatura de Tierra del Fuego prohibió por unanimidad las jaulas de salmones en sus aguas.
A pesar de estos antecedentes, Diego La Torre se muestra optimista sobre el futuro de la salmonicultura en Argentina. Según él, en 2025 podrían desembarcar las primeras empresas en Santa Cruz, aunque, como menciona, será “a título de prueba” debido a la desconfianza que esta industria genera en grandes inversores internacionales.
La experiencia chilena ha demostrado que la salmonicultura puede generar más problemas que beneficios a largo plazo, lo que genera dudas sobre su expansión en territorio argentino.