Santa Cruz figura entre las provincias con agua más segura en el nuevo Mapa del Arsénico del ITBA
El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) presentó una actualización de su Mapa del Arsénico, una herramienta digital diseñada para monitorear la presencia de este contaminante natural en aguas subterráneas y superficiales de todo el país. El relanzamiento fue realizado bajo la dirección del Dr. Jorge Daniel Stripeikis y contó con el trabajo del Dr. Jhon Alejandro Ávila y de la estudiante de Ingeniería Informática, Lucía Digón, quien llevó adelante la nueva carga de datos.
La plataforma, que ya reúne más de 350 muestras analizadas, permite identificar las zonas con mayor o menor riesgo sanitario y se consolida como un recurso clave para políticas públicas vinculadas al acceso al agua segura.
Santa Cruz, entre las zonas con mejores indicadores
Según los datos registrados en el mapa interactivo, la provincia de Santa Cruz muestra un panorama ampliamente favorable en comparación con regiones del centro y norte del país.
Las muestras relevadas —principalmente en áreas costeras y del sur provincial— aparecen clasificadas en color verde, lo que indica niveles de arsénico inferiores a 10 ppb (partes por mil millones). Esta categoría corresponde a “agua segura para consumo humano”, cumpliendo con los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este escenario contrasta con zonas críticas como el corredor de la Ruta 5 en Buenos Aires, el sur de Córdoba, Santiago del Estero o Chaco, donde predominan las alertas amarillas y rojas que señalan valores elevados y potencialmente dañinos.
Cómo se interpreta el mapa
El ITBA clasifica los niveles de riesgo en tres categorías:
- Verde (< 10 ppb): Agua segura. Es la condición predominante en Santa Cruz.
- Amarillo (10 a 50 ppb): Precaución. Requiere estudios complementarios.
- Rojo (> 50 ppb): Alto riesgo. No apta para consumo ni cocción.
Arsénico en Argentina: un problema natural pero peligroso
El informe aclara que la presencia de arsénico en el país tiene origen geológico, vinculada a la actividad volcánica de la Cordillera de los Andes. Sin embargo, pese a ser un fenómeno natural, la exposición prolongada a niveles elevados puede producir Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), una enfermedad asociada a patologías severas como cáncer de pulmón, alteraciones respiratorias y fibrosis pulmonar.
Se estima que más de cuatro millones de personas podrían estar expuestas en las zonas más afectadas.
El ITBA convoca a colaborar
Si bien los indicadores de Santa Cruz son positivos, el ITBA remarcó la importancia de continuar fortaleciendo la base de datos y llamó a los vecinos a enviar muestras de agua para ampliar el relevamiento, especialmente en localidades patagónicas aún sin registro reciente.
“Buscamos aportar información confiable que permita tomar decisiones preventivas”, sostuvo el Dr. Stripeikis.
Las muestras pueden ser enviadas al Laboratorio de Ingeniería Química y Medio Ambiente (LIQMA), donde se centraliza el análisis.
