Sin educación y sin luz: siguen los cortes totales pero el gobierno le echa la culpa a Transpa y a los medios

El 28 de julio, la luz faltó por cinco horas en gran parte de la zona sur de Santa Cruz y “apagó” toda la ciudad de Río Gallegos. El 1º de agosto la luz faltó por tres horas y el 2 de agosto hubo un corte general por una hora y no se descarta que en cualquier momento vuelva a faltar energía.
El 29 de julio lo remarcamos en una nota, en la cual sobresaltábamos que la provincia estaba más preocupada por la actuación de Los Palmeras, en el inicio de la Fiesta Provincial del Frío, que por proveer de luz a la ciudad capital y la cuenca.
Paralelamente, al problema de la falta de luz se le suma la del agua en los barrios, debido a la falta de presión. Y se agregan los “daños colaterales” por la interrupción de energía: caída de las ventas, imposibilidad de pago por medios electrónicos, descongelamiento de mercadería, etc.
Servicios Públicos Sociedad del Estado, sale (ante cada corte) a blindarse ante la evidente responsabilidad que tiene, generando “disculpas públicas”, echándole las culpas a Transpa SA, (Empresa de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución Troncal de la Patagonia Sociedad Anónima) la transportadora de electricidad por medio del interconectado nacional.
El comunicado de SPSE, firmado por Jorge Arabel, hace responsable a la trasportadora “por las últimas interrupciones sin previo aviso del servicio de energía que afectaron a la localidad de Río Gallegos”, indica y agrega “Durante los últimos días, la capital santacruceña vivió dos eventos que afectaron a los vecinos, se trata de dos prolongados cortes de luz que trajeron innumerables complicaciones para el desarrollo de las actividades diarias de la comunidad, y en especial hacia personas electrodependientes que precisan del servicio de manera ininterrumpida. Además, esto trajo consecuencias en el funcionamiento de la distribución de agua, retiro de líquidos residuales, calefacción, servicios de salud, entre otros”.
A pesar de los esfuerzos de Arabel y los descargos de la administración provincial por quitarse la responsabilidad ante la molestia pública que generan los cortes de luz, en el tramo final de la campaña política a las elecciones que vienen, no dicen toda la verdad, por cuanto se está ocultando una importante deuda que Santa Cruz mantiene como Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima) y nadie sabe en qué manera o forma, afecta a la actual coyuntura donde “la matriz energética”, tantas veces resaltada por los sucesivos gobierno provincial, no parece estar al día.
Pero independientemente de la puesta en escena del gobierno, las culpas o no de la transportadora y la existencia de deudas, como ya ocurrió con Cammesa en la cuenca carbonífera hace un tiempo, hay un tema ineludible que le pega de lleno al gobierno provincial y a SPSE en especial, que es la falta de una reserva eléctrica para suministrar luz a Río Gallegos.
Sin alternativas
El relato de la famosa “Reserva fría”, se cae cada vez que la capital se queda a oscuras por problemas en el interconectado y no hay un equipo alternativo que suplante, aunque sea precariamente, el suministro por un par de horas.
Las turbinas de Río Chico, parecen no funcionar, pero SPSE mantiene la expectativa de que “en algún momento” lo va a hacer. Nadie se hace cargo de responder por esas turbinas que están allí ociosas u obsoletas, en las que nadie en la ciudad repara, hasta que se corta la luz y estamos (una vez más) ante el hecho consumado.
Ahora, para justificar por qué no entra en servicio la usina alternativa el gobierno acude a explicar a través del titular de SPSE que el problema es la provisión de gas natural para las turbinas y ahora, con la conclusión de las obras del gasoducto, todo se va a solucionar.
Como muchos tenemos memoria, nos remitimos a todos estos años donde se vendía la “reserva fría” como una solución alternativa a la eventual salida de servicio del interconectado nacional, cuestión que prácticamente se descontaba iba a ocurrir por cuanto, mientras se producían los anuncios, también nos decían que cuando estuviéramos conectado a la red eléctrica nacional, los problemas de los cortes de luz, serían un mal recuerdo en Santa Cruz.
Los cortes de luz siguen como hace 30 años atrás y ahora con el agravante que no tenemos una usina alternativa para salvar la contingencia. (Agencia OPI Santa Cruz)